Músico callejero

 Se quedó prendido en mi mente, 

era un chico muy talentoso... 
Para este artista callejero 
mi homenaje sencillo y sincero: 
Un dibujo y un poema.

Músico, solitario tú,
tranquilo y concentrado

apagas los ojos a la gente

que en el subte apurada pasa.

Una flauta alba ha crecido en tu boca

y tus dedos diestros la van tallando

como cigarras en sortílega danza.

En sopor y embriaguez sinfónicos
vas en busca de las notas prístinas
que constelan el cielo de tu centro.

Bella euritmia besa el viento amoroso 

que juguetea entre tus labios

y desde allí se escapa en torrente,

sacrosanto y azuloso ritmo

vibrando los pliegues de las almas.

Te descubres prodigio en todo oído

escampando el ruido circundante,

entonces, sólo vive intempestiva

tu virtud que melodiosa estalla…

  

Después ya nada es importante,

la mañana se ha vestido de fiesta,

se dibujan risas en los rostros

y se alzan francos los aplausos.

El carmín de la manta tendida

frente a ti en el suelo, captura alegre

el tintinear del premio a tus divinos astros,
 armonía exaltada que reluce.

Marysol Salval
Derechos reservados

Mi niña y yo

Pintura: Marysol Salval

La vi a lo lejos, era una niña mágica, mística, 
muy distinta a cuantas yo hubiere conocido.

Todo era extraño y fascinante  en aquel paisaje, 
conmovedor, virtuosamente onírico.

 Ella corrió hacia mí en silencio por el sendero 
y se detuvo en la cornisa de mi estancia,
  pidió mi mano, mas yo titubeé.

 No temas, dijo entonces, sonriendo, 
si prestas atención, escucharás la música. 

Traté de concentrarme con el deseo de oír,
 pero el ruido de mi turbación lo impedía. 

Toma mi mano, insistió la pequeña, 
y al hacerlo, en dulce sortilegio me envolvió 
un murmullo afinado de viento entre las flores, 
el batir alado de armónicos pájaros, 

 una cascada fresca cantando sobre las piedras.

Ya nada me pareció imposible cuando reí 
al compás de esas maravillosas melodías. 

Si aquello era como un sueño, 
quise seguir ensoñando para siempre.

Desde entonces la pequeña me acompaña, 

tomadas de mano, marchamos juntas
 por todos los caminos.

Marysol Salval

Un día te veré

Pintura: Daniel Santo (España)



Un día te veré,
estoy tan convencida
que me tiendo serena
 y descanso.
No peco de impaciente,
mi anhelo ahora es manso,
es lago y no torrente.

Vivir aún y siempre amar 
mientras palpite el corazón,
pues la ilusión es eterna lozanía
que baila alegre
sin pausa y sin fatiga.

  Un día te veré,
no se cómo, ni dónde, ni cuándo,
pero será sencillo, lo sé,
los dos sabremos hallarnos.

Mis manos extendidas
te tocarán muy suave,
 luego vendrá el abrazo 
que restaurará los sueños 
quebrados de la vida.

 Tu nombre en mi voz 
despertará un susurro,
y en tu voz  mi nombre
será trino de pájaros
 como volando,
 volando.

Marysol Salval
Derechos reservados

A la sombra de un sauce

                                Pintura: Abraham Gustin

A la sombra de un sauce
me tendí a esperarte.
mi amigo cómplice
¡tantas veces mi abrigo!
Aquel que un día 
llorando de alegría
me oyó juramentar
de eternidad amarte.

Muy contento está el árbol,
sabe que a mí vendrás.
En su suave corteza
lleva estoico grabada
la efusiva promesa
que tu mano talló
con estrellas y rosas,
juramento sagrado
de un poeta de sueño
aquel fiel que es mi dueño.

Y yo te espero, amor,
al cobijo en sus ramas
para darle el final
a una historia soñada,
una unión perdurable
de dos almas cautivas
que no podrán vivir
nunca más separadas.

  © - Marysol Salval

Claro de luna

Pintura: Alejandra Verónica Zúñiga

Poco a poco fue anclando
como barcaza clara,
distendiéndose suave
para abarcarlo todo,
abrazando entrañable
cada holgura, despacio,
con su vestidura alba,
mientras que yo abatida
solamente observaba
su devenir tan diáfano.

Era estela infinita
su perfil fulgurante,
un resplandor festivo,
una pureza ungida,
parecía un arpegio
su derroche de magia,
quizás fuera una sílfide
agraciada y volátil
o una espléndida musa
melódica rapsoda.

Sólo sé que apacible
aquel haz refulgente
poco a poco fue anclando
como barcaza clara,
con su don envolvente
y su fulgor risueño,
encantado y sereno
fue embriagando mi mente
y pintando de blanco
la penumbra en mi estancia.

© - Marysol Salval

Lo encontré al levantarme

Pintura: Beatriz Martinelli

Al levantarme lo encontré adormecido.

Parecía una mariposa alelada

que de la frescura exterior había huido.

Inerme entre los pliegues de mi almohada

se tendía muy quieto, mas un ligero

vaivén desde su contorno reveló

su aliento. Quizá fuera buen posadero

el lino tibio cuando el albor heló.

Quise mirar de más cerca la estructura

de este ajeno ser albergado en mi cama,

y enorme dicha  me causó la criatura

al ver que de un beso tuyo se trataba.

Era aquél que me lanzaste esta mañana

antes de irte. Entre tus dedos se posaba,

ese beso, amor, yo vi cómo danzaba

tan contento, por la luz de la ventana,

de tu boca a mi cama, dulce volaba.

© - Marysol Salval

Femineidad

Pintura: María Méndez Aranda

Una línea azul en mis párpados descansa

porque sensible anhelo es llevar conmigo el cielo,

y la delicadeza de un gajo de canelo

en mis nevadas mejillas muy alegre danza.

No ha de faltar en mis labios un rubí encendido

porque es aderezo que convida a la querencia,

si me quieres bien en él podrás hallar la anuencia

de posar tu beso como ave que llega al nido.

Si al mirarme tú sientes el fulgor y el vibrato

de mi femineidad vehemente, ilusionada

que despunta para ti, mi bien, engalanada,

no digas pretensión si acicalo mi morada,

soy mujer, mi corazón alberga la alborada

cuando al ponerme hermosa detono tu arrebato.

Esta es la magia que debe conocer el hombre

cuando frente al espejo ve a la mujer ornada,

en alma femenil siempre baila y canta un hada.

© - Marysol Salval

En un jardín aislado...

Pintura: Orlando Yanes

En un jardín aislado, de exultante belleza
una tórtola blanca tiene sueños de amor.
La esperanza le anima y la ilusión la embelesa,
la torcaz desvaría con su mente traviesa,
los anhelos de su alma son el firme clamor.

Sus sentires son nuevos, de cálidos arpegios,
ahora advierte susurros de amoroso adviento
de notas divinas, de ternura y sortilegios,
y es tal su turbación por los dulces florilegios
que estremecido late su corazón atento.

Pequeña, pon atención, le anuncian otras aves,
dicen que un palomo apuesto que mora a lo lejos
hacia aquí viene raudo cruzando nubes suaves.
Para merecer tu amor él posee las claves
y trae más avíos, impetuosos trebejos.

La paloma tiembla y se le ilumina la cara,
el amor que es promesa alejará la nostalgia.
La naturaleza agreste se ha vuelto más clara,
ya su alma pervive de la pasión que arrobara,
es tan noble el presagio y tan hermosa la magia.

© - Marysol Salval

2004

Florista

Pintura: Octavio Ocampo

He de sorber la frescura de las flores

para animar la andadura de mi senda,

abrevaré en la fuente donde ellas medran

por saciar mi afán curtido de natura.

Cosecharé el esplendor de sus corolas

para crearme un vestido opalescente

que refulgirá de estambres los ribetes

y abrigará el débil talle de mi cáliz.

Haré un cosmético terso de su polen

para irisar mis mejillas de entusiasmo,

y serán untura suave los pistilos

que humedecerá mis labios de contento.

Me bañaré del dulzor de su perfume

para aromar todo quiebre de mi estancia,

seré concordancia, floración, sinergia

y se mezclará mi sangre con su savia.

Mujer fusión seré, en encantamiento

que estallará prodigios que mucho ansía,

de tanto buscar en las flores alegría

brotará hojas leves y abrirá capullos.

© - Marysol Salval 

Poemas hechos libros

No podían resultar mejor las cosas, hoy, en el día del libro, me llamaron de la editorial para decirme que mis dos libros de poemas ya están listos, y se expondrán en la feria del libro de la Plaza de Armas...Estoy muy contenta, un nuevo logro que celebro muy agradecida... Pronto los presentaré oficialmente.

Una recopilación de sueños y poesía, más de 90 poemas en cada libro.

Portadas y contraportadas

Alas

Parque

Ah, el corazón risueño de cálido verano
entibia su tiempo y goza del milagro...
Qué sería de mi, dime, qué sería,
si no fuera por el verde licor de este parque
que embriaga dulcemente la nostalgia
que corre triste por los ríos de mi alma.

Marysol Salval

Fotografías

Mágico clic que puede en un instante
capturar las historias y las almas,
son disparos que cazan tiempos idos
labrando en papel figuras eternas
cuyo reflejo jubiloso salva
el óbice del despiadado olvido.

Inmóviles, sí, pero inolvidables,
danzan ante los ojos conmovidos
eras pasadas y seres queridos,
apariciones, sí, pero inmortales
son estrellas azules, luminosas
que salpican el cielo en la memoria.

Ahí duerme la herencia amarillenta
en clausura de álbumes empolvados
que entrelazan la vida con la muerte,
nichos que resguardan las anécdotas
y forman el legado de los clanes,
es por eso que siempre son anhelo
al invocar puros y enternecidos
la saudade dulce de los ojos ávidos.

© - Marysol Salval

Caminando

Caminando...

Se deshoja la flor de los recuerdos

y sus pétalos van quedando

en el camino ya andado.

Hacia adelante se posan los rostros

fluyendo la mirada como aves al futuro.

Paso a paso, en el presente, firmes,

y nuestras sombras, el telón de cierre

derramándose desde las espaldas.

© - Marysol Salval

 

Mariposas

Acrílico y collage sobre madera

de mi autoría

¿Quién conoce en qué sitio os perdisteis,
ilusiones que sois mariposas?

Manuel Gutierrez Najera

Aleteando van mis mariposas

danzantes líricas tiñendo cielos,

alevillas de pintas primorosas

eran pupas, ahora emprenden vuelos.

Sus alas van polinizando sueños

desde límpidos campos verdezuelos,

en parajes floridos almizcleños,

del pinar al océano tremendo,

desde el monte a los pagos hogareños.

Mariposas que van siempre fluyendo

en el céfiro sus claras andanzas,

yo estaría poco a poco muriendo

si no tuviera más sus venturanzas

que salvan mi alma de fría tristeza,

al verlas libres efectuar sus danzas

el mal se aparta, queda la belleza.

Lamparillas vibrantes que iluminan

diáfanas, portadoras de grandeza

en el azul… Felicidad germinan.

Qué haría sin el tinte de sus velos

gozosos que mis ensueños empinan,

qué haría sin el tul de mis consuelos.

Quedarían mis flores deshojadas,

quedarían, ¡Dios! Rezumando duelos

mis quimeras yertas, desahuciadas.

© - Marysol Salval

Qué sería tan bonito, sería...(Soneto)

Qué sería tan bonito, sería,

las noches todas fueran luna llena,

luz eterna fuera algaraza plena,

luna que riera bella yo vería.

Qué sería tan bonito, sería,

ver las nubes llorando florecidas

rosas, fragantes joyas esparcidas,

frescas flores del cielo llovería.

La humanidad total agradecida

del prodigio gozosa viviría.

Qué sería tan bonito, sería,

perenne luz al mundo aromaría,

pero tanta belleza concedida

seguro al hombre necio cansaría.

   © - Marysol Salval 

Vamos, amor (alejandrino)

Evocación

En una tarde clara

De ternura infinita

Bajo la serena sombra

De un verdeoro pino

Yo…

Me mira el zorzal

Que muy dulce trina

Posado en la rama

Que pende en el aire

Sobre mi cabeza.

Me mira el agua

Que fluye en la fuente

Y que rauda se rompe

Argentina y diáfana

Sobre las piedras.

Me roza el viento

Que mece apacible

A la buganvilla

Que presa en su tallo

A su vaivén se entrega.

Solidarios ellos

Agua, ave y viento

Junto a mí, con sus cantos

Y entre sus voces

Tú…

 

© - Marysol Salval

Rosas Blancas

Eclipse

La luna y el sol
no dejan de intentarlo,
de otro modo
irreparable seria
el dolor del amor inconexo.
 Se encarnarán esta noche
en un bello romance
 cuerpo a cuerpo
con la fugacidad y la virtud
de un campanillazo,
después se apartarán
hasta que el tiempo 

los vuelva a unir.

Así es como enseñan 
estos astros a los enamorados,
que se puede confiar en el amor
cuando es breve y a la vez eterno,
y en la distancia 
no siempre está el olvido.


Marysol Salval