Pintura: Daniel Santo (España)

Un día te veré,
estoy tan convencida
que me tiendo serena
y descanso.
No peco de impaciente,
mi anhelo ahora es manso,
es lago y no torrente.
Vivir aún y siempre amar
mientras palpite el corazón,
pues la ilusión es eterna lozanía
que baila alegre
sin pausa y sin fatiga.
Un día te veré,
no se cómo, ni dónde, ni cuándo,
pero será sencillo, lo sé,
los dos sabremos hallarnos.
Mis manos extendidas
te tocarán muy suave,
luego vendrá el abrazo
que restaurará los sueños
quebrados de la vida.
Tu nombre en mi voz
despertará un susurro,
y en tu voz mi nombre
será trino de pájaros
como volando,
volando.
Marysol Salval
Derechos reservados

Un día te veré,
estoy tan convencida
que me tiendo serena
y descanso.
No peco de impaciente,
mi anhelo ahora es manso,
es lago y no torrente.
Vivir aún y siempre amar
mientras palpite el corazón,
pues la ilusión es eterna lozanía
que baila alegre
sin pausa y sin fatiga.
Un día te veré,
no se cómo, ni dónde, ni cuándo,
pero será sencillo, lo sé,
los dos sabremos hallarnos.
Mis manos extendidas
te tocarán muy suave,
luego vendrá el abrazo
que restaurará los sueños
quebrados de la vida.
Tu nombre en mi voz
despertará un susurro,
y en tu voz mi nombre
será trino de pájaros
como volando,
volando.
Marysol Salval
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