Pintura: Abraham Gustin

A la sombra de un sauce
me tendí a esperarte.
mi amigo cómplice
¡tantas veces mi abrigo!
Aquel que un día
llorando de alegría
me oyó juramentar
de eternidad amarte.
Muy contento está el árbol,
sabe que a mí vendrás.
En su suave corteza
lleva estoico grabada
la efusiva promesa
que tu mano talló
con estrellas y rosas,
juramento sagrado
de un poeta de sueño
aquel fiel que es mi dueño.
Y yo te espero, amor,
al cobijo en sus ramas
para darle el final
a una historia soñada,
una unión perdurable
de dos almas cautivas
que no podrán vivir
nunca más separadas.
© - Marysol Salval
me tendí a esperarte.
mi amigo cómplice
¡tantas veces mi abrigo!
Aquel que un día
llorando de alegría
me oyó juramentar
de eternidad amarte.
Muy contento está el árbol,
sabe que a mí vendrás.
En su suave corteza
lleva estoico grabada
la efusiva promesa
que tu mano talló
con estrellas y rosas,
juramento sagrado
de un poeta de sueño
aquel fiel que es mi dueño.
Y yo te espero, amor,
al cobijo en sus ramas
para darle el final
a una historia soñada,
una unión perdurable
de dos almas cautivas
que no podrán vivir
nunca más separadas.
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