“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido.
El silencio estimula al verdugo. ”
Elie Wiesel. Nobel de la Paz 1986.
chismosa, hipersensible, vanidosa.
Me gritan que valgo poco, por eso
me encierran, esclavizan y someten.
Soy bruja, diablo, neurótica, loca,
me golpean, me violan, me matan.
Dicen que mi cerebro es más pequeño
que el del hombre, por eso me ignoran,
me impiden estudiar, yo soy mula
de carga, para el macho buen descanso,
al lecho me atan, soy sierva invisible.
Me ofrendaron a los altísimos dioses
ardieron mi cuerpo en terribles piras,
hoja de machete extirpa mi clítoris,
cinturón de castidad me enquistaron,
con oscuros velos cierran mi rostro.
Es tanta la tortura que me imponen
sólo porque yo me llamo mujer,
desbordado castigo para el ser
que la supervivencia salvaguarda,
no deja de ser una cruel paradoja.
Pero yo soy un ser muy especial
porque a pesar de tanto sufrimiento
nunca reniego de mi condición,
no dejo de amar, de desear,
de sentir, de cuidar, de comprender.
Asida de esperanza y arando vida
paso a paso por mis caminos voy,
unida a otras mujeres, luchando
por al fin hallar justicia y equidad
y la luz inmaculada de la libertad.
© - Marysol Salval
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