Ella siente que aún hay tiempo
a pesar de tantos años crueles
que encorvaron impávidos sus hombros.
Se revela así al conformismo aciago
y se atreve a vulnerar su rumbo.
En la mente el penar arcaico
va cerrando luces poco a poco
como barco que zozobra en la neblina,
sus pies se calzan de alas prontas
dispuestas a abordar el vuelo
y una estrella iridiscente en el alma
de pronto germina sonrisas en su rostro.
Le basta un abrigo, un pequeño bolso
y un paraguas abierto entre sus manos
como coraza cierta de inapelables
chubascos venideros.
Al irse sin mirar atrás
frescos caminos se abren,
la tierra sigue girando en su justa órbita
pero desde nueva óptica
extiende un cielo diferente.
Las huellas en la senda
son certeras improntas de su paso
que ahora va hacia adelante
deslastrando en su sombra
grises rémoras
atávicas.
Imposible ya desandar el camino.
Valiente rompió las cadenas
que lacraban un triste sino
y por el sendero avanza decidida
al horizonte que agranda sus pupilas.
Deviene la alegría en olas amarillas
martilleándole firme el pecho
y la palabra libertad eclosiona blanca
en sus orillas como suave brote
que su mirada deleita y festeja
impulsando su marcha desde un adiós
que su voz ha proclamado irrevocable.
© - Marysol Salval
2 comentarios:
Marysol este poema es un claro manifiesto de vida y de tenacidad
el camino es para caminarlo con todas sus piedras y con todos sus refugios,
no hay de otra forma
felicitaciones
abrazo y buen fin de semana
La vida es siempre un caminar, inapelable hacia adelante... es un error vivir mirando siempre al pasado... corremos el peligro de convertirnos en estautuas de sal.
Besicosssss
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