Esta entrada va dedicada a un muchacho especial muy cercano a mí, y a quien quiero mucho.
Su nombre es Gianluca Beconcini Salazar y es hijo de mi hermana. ha ido al colegio y a la universidad, hace ejercicios religiosamente pues prefiere mantenerse fuerte y delgado, toca el bajo, le encanta la fotografía y navega en Internet; es muy ordenado con sus cosas, colecciona recuerdos de todos los lugares que visita, plancha la ropa como un profesional, siempre está dispuesto a acompañarte para resolver asuntos varios y ayuda mucho en casa. Ahorra todo lo que puede, acude a su centro educativo muy temprano y lo hace en transporte público. Ahora está muy enamorado, y se esfuerza cada día en prepararse bien porque anhela casarse en un futuro cercano.
En unos meses cumplirá 27 años y el hecho de que este muchacho auto valente, muy prolijo para vestirse y de animado andar, sea un adulto, es algo que no se habría podido augurar cuando nació.
Gianluca tiene síndrome de Down y en el instante que fue concebido perdió en una de las loterías de la vida. Sin embargo, también tuvo suerte, pues sus dificultades físicas no merman su vitalidad y su retraso no interfiere con los goces esenciales de la vida, especialmente recibir amor, darlo a manos llenas y disfrutar de sus quehaceres favoritos.
Así que uno debe cuidar sus palabras cuando habla de personas como Gianluca. Él no “padece” síndrome de Down; tiene, a no dudarlo, un mal, pero Giani, como le decimos cariñosamente, es muy capaz, y se siente feliz consigo mismo. De hecho, para la felicidad hay que tener talento y él lo tiene en grado superlativo.
Creo que la serenidad que posee se basa en su percepción de que es una persona completa. Cuando después de nacer un niño sufre una lesión que limita sus capacidades mentales, nos preguntamos con tristeza qué hubiera llegado a ser, pero la vida de alguien con síndrome de Down nunca tiene otro derrotero posible. Giani siempre fue Giani desde el momento en que se formó en el vientre de su madre.
Sin embargo, una sombra de incomprensión y la falta de oportunidades oscurece su existencia. El comprende que integrarse y ser parte de una dinámica de trabajo en la sociedad le abriría nuevas oportunidades, ampliaría su actividad social y le permitiría vivir nuevas experiencias.
Para la gente como Giani el sentimiento de exclusión es punzante, doloroso, pues su incapacidad para expresarse con claridad no guarda proporción con su capacidad para sentir, de tener curiosidad, de divertirse, de aprender y anhelar surgir como todo el mundo.
Por todo eso me maravilla el valor con el que Gianluca encara un mundo que no le corresponde. Nunca lo he visto verdaderamente enojado, aun cuando tendría muchas razones para estarlo. Constituye un interesante fenómeno de la condición humana el que una característica de la anormalidad de Gianluca sea la invariable nobleza de su corazón.
¿Acaso esto quiere decir que debemos atribuirle a un cromosoma defectuoso la dulzura del alma? – Digamos mejor que los chicos como Giani son joyas en un mundo cada vez más violento y convulsionado.
La sociedad en la que vivimos tiene una deuda pendiente con ellos, su inclusión es necesaria, se deben lograr las condiciones básicas para que los menos favorecidos en términos de oportunidades puedan desarrollarse. Ong Down Chile trabaja arduamente para cumplir con este objetivo.
Marysol Salval
Sin embargo, una sombra de incomprensión y la falta de oportunidades oscurece su existencia. El comprende que integrarse y ser parte de una dinámica de trabajo en la sociedad le abriría nuevas oportunidades, ampliaría su actividad social y le permitiría vivir nuevas experiencias.
Para la gente como Giani el sentimiento de exclusión es punzante, doloroso, pues su incapacidad para expresarse con claridad no guarda proporción con su capacidad para sentir, de tener curiosidad, de divertirse, de aprender y anhelar surgir como todo el mundo.
Por todo eso me maravilla el valor con el que Gianluca encara un mundo que no le corresponde. Nunca lo he visto verdaderamente enojado, aun cuando tendría muchas razones para estarlo. Constituye un interesante fenómeno de la condición humana el que una característica de la anormalidad de Gianluca sea la invariable nobleza de su corazón.
¿Acaso esto quiere decir que debemos atribuirle a un cromosoma defectuoso la dulzura del alma? – Digamos mejor que los chicos como Giani son joyas en un mundo cada vez más violento y convulsionado.
La sociedad en la que vivimos tiene una deuda pendiente con ellos, su inclusión es necesaria, se deben lograr las condiciones básicas para que los menos favorecidos en términos de oportunidades puedan desarrollarse. Ong Down Chile trabaja arduamente para cumplir con este objetivo.
Marysol Salval
4 comentarios:
Siempre es erróneo hacer referencia a personas como invidentes, sordos, mudos y demás como "discapacitados". Al fin, conciben su vida como seres humanos corrientes y nadie se imagina las capacidades que pueden llegar a desarrollar. Uno de los profesores de los que más aprendí en la universidad tenía síndrome de down también... y daba unas clases magistrales. La discapacidad es un valor agregado que les da la sociedad.
También me ha gustado mucho su blog, la poesía es la mejor forma de revolucionar la conciencia y la verdad que usted escribe bastante bien.
Si no le molesta la enlazo desde mi blog, buena suerte.
Muchas gracias, Don blog...
Totalmente de acuerdo con usted en todo...Incluso en lo de que escribo bien..jajaja.(aqui debería ir una carita sonriente)Ya le dije en su blog que calzo muy bien con los pseudointelactualoides y mi ego suele superar a mis virtudes.
Ahhh,y espero que usted tenga buen humor.(aqui otra carita sonriente)
Quedamos enlazados...
Saludos y que tenga un buen día.
gracia tia marisol te amo mucho en mi carazon de oro manda saludos mi prima mayra y yasuri mucho besito y juan antonio chaooo gianluca
Hola, mi querido Giani!!!!...Precioso sobrino, yo tmabién te amo mucho, mucho...
Miles de besos para ti.
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