
Cuando llegué a casa la encontré animada, perfumada y peinadita. Sus ojos brillaban de alegría y sus labios lucían dulces y coquetos engalanados con rouge color carmesí.
¡Pero que linda!, exclamé en voz alta para que me escuchara bien.
- Hoy me bañé y me arreglé - me dijo sonriendo.
Te ves preciosa, le dije, y que bonito tienes el pelo, estás lista para una cita con un guapo caballero...
Ella, rió de buena gana...
Hoy, mi hija Mayra ayudó a mi madre a bañarse y a ponerse linda...
Hoy, mi hija Mayra ayudó a mi madre a bañarse y a ponerse linda...
Estoy contenta.
3 comentarios:
bueno bien por ti...
Me gustó!!!
Cariños.
Otra vez y María Angélica...
Muchas gracias por leerme...
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