Ciudadana del mundo, de aqui y de allá. Enamorada de la vida y agradecida de Dios. Le canto al amor en todos sus matices.







6/05/2008

El poder de la Luna


Se desborda nuestro ser
por una fuerza que no comprendemos.
Amanecemos más susceptibles a ser heridas,
más propensas a sufrir por aquellas cosas
que en otros días no consideramos nocivas.

¿Qué te pasa, luna, con nosotras,
no ves cuánto te admiramos?


Levantas el mar con tu fuerza,

remeces nuestras mareas biológicas,
desechas cada mes nuestra maternidad frustrada

y perdura el conflicto al transcurrir los años.
¿Qué más deseas hacer para doblegarnos?
¿Es que te alimentas de nuestras pesadumbres?
¿Debemos adorarte como hacían los antiguos?


Luna, bajo tu luz conocimos amores
y sin miedo recibimos la noche.
 Tu presencia nos obliga a admirarte
 allá en lo alto, donde moras con grandeza...

Algo debemos hacer para contentarte
y así ya no quieras someternos más
a tus iras de cada veintiocho días
desencadenadas en dolores del cuerpo
y desvarío de nuestra mente.

¿No sería posible obtener de ti algunos dulces favores?
Luna, escucha, acordemos nuevo vínculo de paz:


Que al actuar en tu nombre,
bajo tu influjo y poder
no se nos señale con el dedo
y se nos diga: ¡Lunáticas!
Por el contrario, digan:
¡Allá van las hijas de la Luna!
¡Respetadlas!
Ellas llevan la heredad
de la hermosa y blanca naturaleza estelar.

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