Ciudadana del mundo, de aqui y de allá. Enamorada de la vida y agradecida de Dios. Le canto al amor en todos sus matices.







8/05/2008

Sobrecitos de azúcar

Y no es que sean frases cariñosas ni de amor.
Son frases escritas en el sobrecito del azúcar,
para entretenernos mientras tomamos un café.
Estas dos me han gustado especialmente,
así que he decidido compartirlas.
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Es increíble cómo para algunos, estos pequeños sobres de azúcar que parecen tan insignificantes, puedan causarnos ilusión. Es fantástico, les aseguro, cuando se tiene esa capacidad de maravillarse con las cosas sencillas de vida.

Lo supe de Poldy Bird: estos sobres son para la suerte, guárdalos en un lugar seguro.


Y yo me lo tomé en serio...¿Tú no crees en estas cosas? Sí, seguro que crees. Todos creen, aunque digan que no.


Harán que todos los planetas estén bien alineados para ti y que tengas muchas ganas de vivir. Podrás entender que la libertad no es algo que nos llega de afuera, no es una imposición, ni un regalo, ni una gracia, sino que es algo que tenemos adentro, que nos pone alas en la mente y en el corazón, para que nuestras ideas y nuestros sentimientos puedan volar. Cada  sobre es una armadura para que te defienda. Cada grano de azúcar es una hora de un recuerdo que no quieres que se pierda. Es un poco de infancia en la casa de nuestros padres o de los abuelos. Y es mamá adornando el patio para celebrar nuestro cumpleaños y los tres deseos que pedíamos al soplar las velas. Y es la maestra de tercer grado, tan linda, tan alta, tan elegante y tierna, poniéndonos en el cuaderno un "muy bien" que despertaba el orgullo de papá. Y es el rouge rosa suave con el que pensábamos que parecíamos más mujeres. Y el rimel que alargaba las pestañas y la gota de esmalte que detenía la corrida de la media de nailon.  
Y el chico del barrio con el que soñábamos, y las amigas íntimas con las que compartíamos nuestros secretos...


Transforma cada sobrecito de azúcar en lo que quieras, en un recuerdo, en una persona, en una esperanza, en un regreso, si al final las historias son círculos concéntricos que se van repitiendo.


Estos pequeños sobres de azúcar los he guardado bien, es más, ya tengo muchos otros.... Me dan suerte, estoy segura. 

6 comentarios:

Juan Antonio dijo...

Me acuerdo que en Canarias me hacía mucha ilusión, cuando iba a algún local a tomarme un cortado, que me pusieran un sobre de azúcar con la ilustración de algún motivo.

Me llamaron mucho la atención los de chistes, pues me hacían esbozar una sonrisa y la de bailes y trajes típicos. También me gustaban los de recetas.

La pena es que no se me ocurrió coleccionarlos.

Unknown dijo...

mI COLECCIÓN ES TAMBIÉN BASTANTE DULCE, LOS AZUCARILLOS QUE GUARDO SON DE MOMENTOS ESPECIALES, LO MALO, QUE SOLO MUESTRAN EL NOMBRE DE LAS CAFETERÍAS.

Marysol Salval dijo...

Estimado Juan: Es increíble cómo para algunos de nosotros, estos pequeños sobres de azúcar que parecen tan insignificantes, puedan causarnos ilusión. Es fantástico cuando se tiene esa capacidad de maravillarse con las cosas sencillas de vida.
Deseo que en un futuro cercano, puedas nuevamente disfrutar de un buen café, sentado frente a las maravillosas playas de tu isla, y sonreir con un chiste que te ofrezca un pequeño sobre de azúcar.
Un abrazo

Marysol Salval dijo...

Estimado Javier: Primero que nada, agradecerte tu visita y decirte que eres bienvenido para cuando quieras volver.
Respecto a tu dulce colección, lo importante son los momentos que representan, aunque sé que hay mucha gente que colecciona estos sobres y los va seleccionando con cuidado a lo largo de su vida.
Te queda mucho camino que recorrer y muchas etapas por vivir. Podrás disfrutar todavía de montones de momentos de cálido dulzor.
Un abrazo

Iván Ruiz de Velasco dijo...

la cuestión es que a veces uno mismo no sabe si cree. Saludos

Marysol Salval dijo...

Hola Ivan, un placer leerte de nuevo. Creer o no creer, ese es el dilema que por cientos de años a confundido al ser humano. Es cuestión de decidirse, amigo. El camino de la vida es más grato cuando tenemos esperanza y fe.
Te envío un cálido saludo, gracias por acercarte a mi orilla.