Desván

Pintura: Antonio Guzmán Capel (Marruecos)



Nos pasamos la vida 

guardando 

como si fuera
un acto refinado
de responsabilidad.

Guardamos de todo,

somos un desván repleto

 de acumulación compulsiva

al que le ponemos llave

 y también la guardamos.

Tenemos en orden
toda clase de archivos,

el de la compostura,

el del honor o el del equilibrio,

 guardamos costumbres,

 guardamos distancia

y también guardamos
con cuidado el reposo.

Es un trastorno inevitable
que nos rige y obliga,

 no dejamos jamás de guardar,
tenemos montones de trastos,
colecciones recónditas
difíciles de desechar,
como muestra, los traumas,
ni hablar de los vicios
y qué decir del rencor.

Guardamos recuerdos,
también ilusiones,
y guardamos palabras
en montones de cajas apiladas,
algunas clasificadas
y otras inéditas,
cientos, miles de palabras,
buenas, malvadas,
dolorosas o amables.

Guardamos y guardamos,
más hay cosas
difíciles de guardar,
algunas virtudes,
por ejemplo, la valentía,
el amor incondicional,
los secretos, o simplemente
 el silencio.



Marysol Salval