
Cuando me calzas tu ira
encarnado macho cabrío,
cuando me pones amarras
y afrentas mi alma y mi cuerpo
con el horror truculento
del ultraje
sólo sé que me alzo…
Aunque de rodillas me
lanzas
en el renegrido barro
hecha sollozo y plegaria,
mi dorso herido y los
brazos laxos,
me orilla tu odio al quebranto
pero yo me alzo...
Cuando me azotas y humillas
cuando me insultas y
vejas
en mí lloran también tu
madre,
tus hijas, tus hermanas,
con ellas rendidas en mi espalda
yo me esfuerzo y me alzo...
Apartas la mirada
cuando ves mi dignidad
porque te merma y te quiebra
soy la fuente y el nido
de la vida
esa es mi razón y mi
grandeza
por eso me alzo...
Porque muero en tus manos
teñidas de mi sangre y de
tu ira,
siempre más arriba de ti
pequeño perverso fatuo,
en el clamor de mis
congéneres
que lo sepas, yo me alzo...
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