Ella se diluye,
esbozo a lápiz de una vida
y el mundo rodeándola
con los mismos giros cotidianos.
No piensen que no se da cuenta,
aun sonríe con trazos dispersos,
aun sonríe con trazos dispersos,
sólo no sabe, no encuentra,
y se disgrega de a pocos,
ha perdido el pretexto,
el matiz que la lleva a destino.
Sin amor que la conciba,
sin motivo que la espere,
sin álveo que la abrigue,
en gris y huérfano grafito
ella se diluye.


Carboncillo: Luis Soriano Hernández (Español)
Marysol Salval
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