Pintura: Violeta L. Valdor (Española)

El vientre de la mar engendró la vida,
agua y sal heredamos de su plasma.
Bendita vida que el amor exalta
agua y sal desde la mar nos clama.
Sanadora vastedad de mil pesares
pero sin temor la humanidad la daña.
No comprende que al herir la fuente,
torpe e insensata su acervo hiere.
La mar es madre dadora y altruista
mas el humano aparta esta verdad.
Propio del ser, ambicioso y egoísta
evade culpas de despreciable mal.
Pero han de brillar nuevas auroras
en albas voluntades y almas limpias.
Mentes radiantes, generaciones diáfanas
que salven al mar y curen su quebranto.
Aun hay tiempo de mecer la cuna
que en el agua abriga la supervivencia.
Devolverán sus hijos el justo alivio
leales a la madre amorosa y buena.
agua y sal heredamos de su plasma.
Bendita vida que el amor exalta
agua y sal desde la mar nos clama.
Sanadora vastedad de mil pesares
pero sin temor la humanidad la daña.
No comprende que al herir la fuente,
torpe e insensata su acervo hiere.
La mar es madre dadora y altruista
mas el humano aparta esta verdad.
Propio del ser, ambicioso y egoísta
evade culpas de despreciable mal.
Pero han de brillar nuevas auroras
en albas voluntades y almas limpias.
Mentes radiantes, generaciones diáfanas
que salven al mar y curen su quebranto.
Aun hay tiempo de mecer la cuna
que en el agua abriga la supervivencia.
Devolverán sus hijos el justo alivio
leales a la madre amorosa y buena.
Marysol Salval
Derechos reservados
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