Pintura: Ernest Descals (España)

No puedes darle
la espalda al tiempo
y fingir que no existe,
él siempre está ahí,
es un traje a tu medida.
Y lo ves inevitablemente
en cada paso, cada día,
es el espejo que regresa,
te mira, e inexorable te arrastra
a un final tan próximo.
Cada quien
lo lleva íntimo a su manera,
por un viaje que es tan corto de vivir
y tan extenso de narrar.
por un viaje que es tan corto de vivir
y tan extenso de narrar.
No sirve
inventar artilugios,
ni escondites, ni huidas,
compañero inseparable, el tiempo
es tu esqueleto y tu sombra.
Sólo puedes decidir
mientras discurres
con él, transeúnte,
qué trecho hubieres de reír
y cuánto hubieres de llorar.
mientras discurres
con él, transeúnte,
qué trecho hubieres de reír
y cuánto hubieres de llorar.
Marysol Salval
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