Pintura: Marcela Mouján
Desde mi ventana, veo cada mañana dos jacarandás enamorados.
¡Cómo se besan, da gusto mirarlos!
Buen día, jacarandás,
están alegres y en fiesta,
su risa se va cayendo
en cascada primorosa.
Desde sus ramas aflora
y se esparce con el viento
para pintar de violeta
la senda de la ilusión.
Ya no puedo ser la misma
después de ver su alegría,
son esplendor que besa
el alma y el corazón.
Ah, jacarandás lucientes
qué bonita que es su risa,
es promesa, es un deseo,
es un guiño que hace Dios.
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