Surjo desde mí,
Con la voluntad del ave
En su travesía migratoria,
Batiendo las alas enérgicas
En azulada turbulencia
Y el vigor del rítmico ejercicio
Me sostiene, me empuja
Me eleva, me salva.
Surjo desde mí,
No desde la resignación
Ni desde el naufragio
Vengo desde la profundidad
De mi mirada que ve
Más allá de las tinieblas,
Y descubre los mares inmensos
Con su espuma de luces
Que salpican mi rostro.
Surjo desde mí,
No desde el cansancio
No desde hojas muertas,
Vengo desde lo hondo
Despojada del ropaje
De atávicas prisiones
Que encarcelan mi respiro,
Y desde allí, exhalo
Con la brisa infinita
Que me lleva en las visiones
De cielos mullidos de luceros
Donde imperturbable
Reposa mi entera libertad.
© - Marysol Salval
2 comentarios:
Gracias Marisol por tu labor, siempre prolija, destacable.
mañana lo leo al aire.
Un abrazoooooooooooooooo
Hermoso poema Marisol,hermoso tu espacio y es un placer seguir tus letras.
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