El adiós ( dodecasílabo)

Lo nuestro ya no es duda, aunque el alma duela,
la evidencia grita en una historia larga,
una historia escrita como tantas otras
entre risas, cardos, entre llantos, rosas.

El destino nuestro está en decir adiós

aunque un día el amor tú y yo conjugáramos,

sentimiento noble, preciada ilusión,

creímos eterno, más no perduró.

Ya no hay fuego, la pira se ha extinguido,
los lazos de unión en sombras se perdieron,
huyó la pasión, se esfumó la esperanza,
no vibra el corazón, calló su latido.

Salvemos lo dulce en las horas vividas,

no vale llorar, es cierta la sentencia,

continuemos la senda, tiempo aún nos queda,
brisa fresca aliviará nuestra existencia.

   © - Marysol Salval 

11/08/04