
Ven aquí y siéntate a mi lado,
¿Acaso no sabes quién soy?
Sí, espera, déjame acomodar tu pelo
estás hermosa ¿lo sabías?
Tu rostro luce igual,
¿Acaso no sabes quién soy?
Sí, espera, déjame acomodar tu pelo
estás hermosa ¿lo sabías?
Tu rostro luce igual,
un poco cansado nada más
pero tan bonita como siempre,
y tus ojos y tu sonrisa son mas dulces
las sombras de la pena
ya no te enturbian el alma
ya no te enturbian el alma
y eso se refleja en tu mirar.
Píntate los labios que iremos de paseo
la tarde está muy bella,
miremos el ocaso a la orilla del lago
y el reflejo de colores en sus aguas mansas
nos hará bien y hallaremos paz.
¿Te acuerdas de las poesías que recitabamos juntas?
Sí, esas; aún están intactas en tu memoria
y en la mía...¡Estupendo!
Momentos gratos de mi niñez
¿Y tus amores, tus hijos, los recuerdas?
Sí,¡Bien! Esa soy, la quinta.
Sí,¡Bien! Esa soy, la quinta.
¿Ya me perdonaste? y yo, hace mucho que lo hice
casi no me acuerdo, las huellas de los dolores
se han desvanecido como arena entre los dedos
y ahora que te miro, más aun.
¿Me escuchas? ¿A dónde van tus pensamientos?
Déjame llegar a ellos, déjame alcanzarlos.
Lo sé, extrañas tu casa, ten paciencia,
ya verás que será bueno para las dos
que estemos juntas un ratito, sólo un poco más.
que estemos juntas un ratito, sólo un poco más.
No me olvides, mamita querida.
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